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Diabetes, una forma de vida

  • Foto del escritor: medicalcenterstamon
    medicalcenterstamon
  • 25 ene 2019
  • 30 Min. de lectura

La diabetes mellitus se refiere a un grupo de enfermedades que afecta la forma en que el cuerpo utiliza el azúcar en la sangre (glucosa). La glucosa es vital para la salud dado que es una importante fuente de energía de las células que forman los músculos y tejidos. También es la fuente de combustible principal del cerebro.

Si tienes diabetes, sin importar de qué tipo, esto significa que tienes demasiada glucosa en la sangre, aunque las causas pueden diferir. Demasiada glucosa puede provocar graves problemas de salud.

Las enfermedades de diabetes crónica comprenden diabetes tipo 1 y diabetes tipo 2. Las enfermedades de diabetes potencialmente reversibles comprenden la prediabetes (cuando los niveles de azúcar en sangre son más elevados de lo normal, pero no lo suficientemente elevados para clasificarse como diabetes) y la diabetes gestacional (que ocurre durante el embarazo, pero se puede resolver después de dar a luz al bebé).

Síntomas

Los síntomas de la diabetes varían según cuánto se eleve tu nivel de azúcar en sangre. Es posible que algunas personas, en especial las que padecen prediabetes o diabetes tipo 2, no experimenten síntomas al principio. En el caso de la diabetes tipo 1, los síntomas tienden a aparecer rápido y ser más intensos.

Algunos de los signos y síntomas de la diabetes tipo 1 y tipo 2 son los siguientes:

Aumento de la sedNecesidad de orinar a menudoHambre extremaAdelgazamiento sin causa aparentePresencia de cuerpos cetónicos en la orina (los cuerpos cetónicos son un subproducto de la descomposición de músculo y grasa que ocurre cuando no hay suficiente insulina disponible)FatigaIrritabilidadVisión borrosaLlagas que tardan en sanarInfecciones frecuentes, como las infecciones en las encías o en la piel y las infecciones vaginales

Aunque la diabetes tipo 1 puede aparecer a cualquier edad, suele aparecer en la infancia o en la adolescencia. La diabetes tipo 2 (el tipo más frecuente) puede aparecer a cualquier edad, aunque es más común en mayores de 40 años.

Cuándo consultar al médico

Si sospechas que tú o tu hijo tienen diabetes. Comunícate con el médico si notas cualquier síntoma posible de diabetes. Cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más rápido puede comenzar el tratamiento .Si ya te han diagnosticado diabetes. Después de recibir el diagnóstico, necesitarás un riguroso seguimiento médico hasta que tu nivel de azúcar en sangre se estabilice.

Cuándo debes consultar con un médico

Si tienes sospechas de que tú o tu hijo pueden tener diabetes. Si observas algunos síntomas posibles de diabetes, comunícate con tu médico. Cuanto antes se diagnostique la enfermedad, más pronto se puede empezar con el tratamiento .Si ya te han diagnosticado diabetes. Después de recibir el diagnóstico, necesitarás un seguimiento médico estricto hasta que tus niveles de azúcar en sangre se estabilicen.

Causas

Para entender la diabetes, primero se debe entender cómo se procesa la glucosa en el cuerpo.

Cómo funciona la insulina

La insulina es una hormona que proviene de una glándula situada detrás y debajo del estómago (páncreas).

El páncreas segrega insulina en el torrente sanguíneo .La insulina circula y permite que el azúcar ingrese a las células .La insulina reduce la cantidad de azúcar en el torrente sanguíneo.A medida que baja el nivel de azúcar en sangre, baja la secreción de la insulina del páncreas.

El rol de la glucosa

La glucosa, un tipo de azúcar, es la principal fuente de energía de las células que forman los músculos y otros tejidos.

La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos y el hígado.El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo, en donde ingresa en las células con la ayuda de la insulina.El hígado genera y almacena glucosa.Cuando los niveles de glucosa son bajos, como cuando no has comido por un buen rato, el hígado convierte en glucosa el glucógeno almacenado para mantener el nivel de la glucosa en el intervalo normal.

Causas de la diabetes tipo 1

Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. Lo que sí se conoce es que el sistema inmunitario, el cual normalmente combate bacterias nocivas y virus, ataca y destruye las células que producen insulina en el páncreas. Esto te deja con poca insulina o nada de ella. En lugar de ser transportada a las células, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo.

Se cree que la causa de la diabetes tipo 1 es una combinación de propensión genética y factores ambientales, aunque aún no está claro exactamente cuáles son estos factores.

Causas de prediabetes y diabetes tipo 2

En la prediabetes (la cual puede derivar en diabetes tipo 2) y en la diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina y el páncreas no puede generar la insulina suficiente para contrarrestar esta resistencia. En lugar de llegar a las células donde se la necesita para proporcionar energía, el azúcar se acumula en el torrente sanguíneo.

Se desconoce la razón exacta de por qué sucede, aunque se cree que los factores genéticos y ambientales influyen en la aparición de la diabetes tipo 2. El sobrepeso está fuertemente ligado a la aparición de la diabetes tipo 2 pero no todos los diabéticos tipo 2 tienen sobrepeso.

Causas de la diabetes gestacional

Durante el embarazo, la placenta produce hormonas para sustentarlo. Estas hormonas hacen que las células sean más resistentes a la insulina.

Normalmente, el páncreas responde generando la cantidad adicional de insulina necesaria para contrarrestar esta resistencia. Pero, a veces, el páncreas no da abasto. Cuando esto sucede, muy poca glucosa llega a las células y una gran cantidad se queda en la sangre, lo que deriva en una diabetes gestacional.

Cómo funciona la insulina

La insulina es una hormona que se forma en una glándula ubicada detrás y debajo del estómago (el páncreas).

El páncreas secreta insulina en el torrente sanguíneo .La insulina circula, y así permite que el azúcar ingrese en las células .La insulina disminuye la cantidad de azúcar que hay en el torrente sanguíneo.A medida que tu nivel de azúcar en sangre baja, también lo hace la secreción de insulina del páncreas.

La función de la glucosa

La glucosa, un azúcar, es una fuente de energía para las células que forman los músculos y otros tejidos.

La glucosa proviene de dos fuentes principales: los alimentos y tu hígado.El azúcar se absorbe en el torrente sanguíneo, donde ingresa en las células con la ayuda de la insulina.Tu hígado almacena y fabrica glucosa.Cuando tus niveles de glucosa son bajos, por ejemplo, cuando no has comido durante cierto tiempo, el hígado descompone el glucógeno almacenado y lo convierte en glucosa para mantener tu nivel de glucosa dentro del rango normal.

Causas de la diabetes tipo 1

Se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1. Lo que sí se sabe es que tu sistema inmunitario, que normalmente combate las bacterias o los virus dañinos, ataca y destruye las células que producen insulina en el páncreas. Esto te deja con muy poca insulina, o sin insulina. En lugar de ser transportada a tus células, el azúcar se acumula en tu torrente sanguíneo.

Se cree que el tipo 1 es causado por una combinación de susceptibilidad genética y factores ambientales, aunque todavía no está claro cuáles son esos factores. No se cree que el peso sea un factor en la diabetes tipo 1.

Causas de la prediabetes y de la diabetes tipo 2

En la prediabetes —que puede provocar diabetes tipo 2— y en la diabetes tipo 2, las células se vuelven resistentes a la acción de la insulina, y el páncreas no puede producir la cantidad suficiente de insulina para superar tal resistencia. En lugar de pasar a tus células donde se necesita como fuente de energía, el azúcar se acumula en tu torrente sanguíneo.

No se sabe con certeza por qué sucede esto exactamente, aunque se cree que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel decisivo en el desarrollo de la diabetes tipo 2. El sobrepeso está estrechamente relacionado con el desarrollo de la diabetes tipo 2, pero no todas las personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso.

Causas de la diabetes gestacional

Durante el embarazo, la placenta produce hormonas para apoyar el embarazo. Estas hormonas hacen que tus células se vuelvan más resistentes a la insulina.

Normalmente, tu páncreas responde produciendo una cantidad suficiente de insulina adicional para superar esta resistencia. Pero algunas veces, el páncreas no puede seguir el ritmo. Cuando esto sucede, en tus células ingresa demasiado poca glucosa y en tu sangre permanece demasiada cantidad de glucosa, lo cual da lugar a la diabetes gestacional.

Factores de riesgo

Los factores de riesgo para la diabetes dependen del tipo de diabetes.

Factores de riesgo para la diabetes tipo 1

Aunque se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, algunos de los factores que pueden señalar un incremento en el riego de desarrollarla son:

Antecedentes familiares.Tu riesgo aumenta si tus padres o hermanos tienen diabetes tipo 1.Factores ambientales. Es probable que algunas circunstancias como la exposición a enfermedades virales ayuden al desarrollo de la diabetes tipo 1 .La presencia de células dañinas del sistema inmunitario (anticuerpos). En ocasiones, a los familiares de las personas con diabetes tipo 1 se los somete a análisis clínicos para comprobar la presencia de anticuerpos de la diabetes. Si tienes estos anticuerpos, tendrás mayores probabilidades de contraer diabetes tipo 1. Pero no todas las personas que tienen estos anticuerpos llegan a contraer diabetes.Factores dietarios. Estos comprenden un bajo consumo de vitamina D, exposición temprana a la leche de vaca o a la leche maternizada de vaca y exposición a los cereales antes de los 4 meses de edad. No se ha demostrado que alguno de estos factores cause directamente la diabetes tipo 1.Ubicación geográfica. Ciertos países, como Finlandia y Suecia, tienen los índices más altos de diabetes tipo 1.

Factores de riesgo para la prediabetes y la diabetes tipo 2

Los investigadores no logran comprender totalmente por qué algunas personas contraen prediabetes y diabetes 2 y otras no. Sin embargo, es evidente que ciertos factores incrementan el riesgo, como por ejemplo:

Peso. Mientras más tejido graso tengas, más resistentes serán tus células a la insulina.Inactividad. Mientras menos actividad realices, mayor será tu riesgo. La actividad física ayuda a controlar el peso, consume glucosa como fuente de energía y vuelve las células más sensibles a la insulina.Antecedentes familiares. Tu riesgo se incrementa si alguno de tus padres o hermanos tienen diabetes tipo 2.Raza. Si bien no resulta claro por qué, las personas de determinadas razas, como por ejemplo los afroamericanos, hispanos, indígenas estadounidenses y asiáticos americanos, corren un riesgo mayor.Edad. Tu riesgo aumenta con la edad. Esto puede deberse a que te ejercitas menos, pierdes masa muscular y aumentas de peso a medida que envejeces. Pero la diabetes tipo 2 también está aumentando significativamente entre niños, adolescentes y adultos jóvenes.Diabetes gestacional. Si has desarrollado diabetes gestacional durante el embarazo, tu riesgo de desarrollar prediabetes y diabetes tipo 2 se incrementará más adelante. Si diste a luz a un bebé que pesó más de 9 libras (4 kg), también tienes mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2.Síndrome de ovario poliquístico. Para las mujeres, tener síndrome del ovario poliquístico (un trastorno frecuente caracterizado por períodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad) aumenta el riesgo de desarrollar diabetes.Presión arterial alta. Una presión arterial de más de 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg) implica un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.Niveles anormales de colesterol y de triglicéridos. Si tienes niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad o de colesterol «bueno», tu riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 será mayor. Los triglicéridos son otro tipo de grasas que se transportan en la sangre. Las personas con niveles altos de triglicéridos afrontan un riesgo elevado de contraer diabetes tipo 2. Tu médico puede informarte cuáles son tus niveles de colesterol y de triglicéridos.

Factores de riesgo de la diabetes gestacional

Cualquier mujer embarazada puede desarrollar diabetes gestacional, pero algunas mujeres corren un riesgo mayor. Los factores de riesgo de la diabetes gestacional comprenden los siguientes:

Edad. Las mujeres mayores de 25 años afrontan un riesgo mayor.Antecedentes familiares o personales. Tu riesgo aumenta si tienes prediabetes (un precursor de la diabetes tipo 2) o si algún familiar cercano, como alguno de tus padres o hermanos, tiene diabetes tipo 2. También corres mayor riesgo si has tenido diabetes gestacional durante un embarazo anterior, si has dado a luz a un bebé de gran tamaño o si has experimentado una muerte fetal sin causa aparente.Peso. El sobrepeso con anterioridad al embarazo aumenta el riesgo.Raza. Por razones que no se comprenden bien, las mujeres de origen afroamericano, hispánico, indígena estadounidense o asiático son más propensas a padecer diabetes gestacional.

Factores de riesgo para la diabetes tipo 1

Aunque se desconoce la causa exacta de la diabetes tipo 1, los factores que pueden indicar un mayor riesgo incluyen los siguientes:

Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 1.Factores ambientales. Circunstancias como la exposición a una enfermedad viral probablemente tienen alguna relación con la diabetes tipo 1 .La presencia de células del sistema inmunitario que causan daños (autoanticuerpos). Algunas veces, los familiares de personas con diabetes tipo 1 se someten a una prueba de detección de autoanticuerpos de la diabetes. Si tienes estos autoanticuerpos, tienes mayor riesgo de padecer diabetes tipo 1. Pero no todas las personas que tienen estos autoanticuerpos padecen diabetes.Ubicación geográfica. Ciertos países, como Finlandia y Suecia, presentan índices más altos de diabetes tipo 1.

Factores de riesgo para la prediabetes y la diabetes tipo 2

Los investigadores no están completamente seguros de la razón por la que algunas personas manifiestan prediabetes y diabetes tipo 2 y otras no. Sin embargo, está claro que algunos factores aumentan el riesgo, incluidos los siguientes:

Peso. Cuanto más tejido graso tengas, más resistentes se vuelven tus células a la insulina.Inactividad. Cuanto menos activo seas, mayor riesgo tendrás. La actividad física ayuda a controlar el peso, utiliza toda la glucosa como fuente de energía y hace que las células sean más sensibles a la insulina.Antecedentes familiares. Tu riesgo aumenta si tu padre, tu madre o algún hermano tienen diabetes tipo 2.Raza. Aunque no resulta claro por qué, las personas de ascendencias como la africana, hispana, indoamericana y asiática presentan un riesgo mayor .La edad. Tu riesgo aumenta a medida que envejeces. Esto se puede deber a que, a medida que envejeces, tiendes a hacer menos ejercicio, perder masa muscular y subir de peso. Pero la diabetes tipo 2 también está aumentando entre los niños, los adolescentes y los adultos jóvenes.Diabetes gestacional. Si tuviste diabetes gestacional cuando estabas embarazada, tu riesgo de padecer prediabetes y diabetes tipo 2 con posterioridad aumenta. Si diste a luz a un bebé de más de 9 lb (4 kg), también corres el riesgo de tener diabetes tipo 2.Síndrome de ovario poliquístico. Para las mujeres, tener síndrome de ovario poliquístico, una enfermedad común caracterizada por periodos menstruales irregulares, crecimiento excesivo de vello y obesidad, aumenta el riesgo de diabetes.Presión arterial alta. Tener presión arterial superior a 140/90 mm Hg (milímetros de mercurio) se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2.Niveles de colesterol y triglicéridos anormales. Si tienes niveles bajos de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL) o colesterol "bueno", tu riesgo de diabetes tipo 2 es mayor. Los triglicéridos son otro tipo de grasa que transporta la sangre. Las personas con altos niveles de triglicéridos tienen mayor riesgo de padecer diabetes tipo 2. Tu médico puede informarte cuáles son tus niveles de colesterol y triglicéridos.

Factores de riesgo para la diabetes gestacional

Cualquier mujer embarazada puede manifestar diabetes gestacional, pero algunas presentan mayor riesgo que otras. Los factores de riesgo para la diabetes gestacional incluyen los siguientes:

La edad. Las mujeres mayores de 25 años presentan un riesgo mayor.Antecedentes familiares o personales. Tu riesgo aumenta si tienes prediabetes, un precursor de la diabetes tipo 2, o si un familiar cercano, como uno de tus padres o hermanos, tiene diabetes tipo 2. También presentas un riesgo mayor si has tenido diabetes gestacional durante un embarazo anterior, si diste a luz un bebé grande, o si has tenido una pérdida fetal inexplicable.Peso. Tener sobrepeso antes del embarazo aumenta el riesgo.Raza. Por motivos que no resultan claros, las mujeres afroamericanas, hispanas, indioamericanas o asiáticas tienen más probabilidad de padecer diabetes gestacional.

Complicaciones

Las complicaciones de la diabetes a largo plazo se desarrollan de manera gradual. Cuanto más tiempo hace que tienes diabetes (y cuanto menos controlado esté tu nivel de azúcar en sangre), mayor riesgo de complicaciones existe. A la larga, las complicaciones de la diabetes pueden provocar una discapacidad o incluso ser mortales. Las posibles complicaciones incluyen las siguientes:

Enfermedad cardiovascular. La diabetes aumenta drásticamente el riesgo de sufrir diversos problemas cardiovasculares, como arteriopatía coronaria con dolor de pecho (angina), ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y estrechamiento de las arterias (aterosclerosis). Si tienes diabetes, eres más propenso a tener una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular.

Daño a los nervios (neuropatía). El exceso de azúcar puede dañar las paredes de los vasos sanguíneos diminutos (capilares) que alimentan los nervios, especialmente en las piernas. Esto puede provocar hormigueo, entumecimiento, ardor o dolor, que generalmente comienza en las puntas de los dedos de los pies o las manos y se extiende gradualmente hacia arriba.

Si no recibes tratamiento, podrías perder toda la sensibilidad de los miembros afectados. El daño en los nervios en relación con la digestión puede causar problemas con náuseas, vómitos, diarrea o estreñimiento. En el caso de los hombres, puede dar lugar a la disfunción eréctil.

Daño renal (nefropatía). Los riñones contienen millones de racimos de vasos sanguíneos diminutos (glomérulos) que filtran los residuos de la sangre. La diabetes puede dañar este delicado sistema de filtrado. El daño grave puede conducir a la insuficiencia renal o a la enfermedad renal terminal irreversible, que pueden requerir diálisis o un trasplante de riñón.Daño ocular (retinopatía). La diabetes puede dañar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), que puede conducir a la ceguera. La diabetes también aumenta el riesgo de otras afecciones graves de la visión, como cataratas y glaucoma.Daños en los pies. Los daños en los nervios del pie o un flujo sanguíneo insuficiente en los pies aumenta el riesgo de diversas complicaciones en los pies. Si no se tratan, los cortes y las ampollas pueden dar lugar a graves infecciones, que suelen tener una cicatrización deficiente. Estas infecciones pueden, en última instancia, requerir la amputación del dedo del pie, del pie o de la pierna.Enfermedades de la piel. La diabetes puede volverte más susceptible a tener problemas en la piel, como infecciones bacterianas y micóticas.Deterioro auditivo. Los problemas de la audición son comunes en las personas diabéticas.Enfermedad de Alzheimer. La diabetes tipo 2 puede aumentar el riesgo de tener demencia, como la enfermedad de Alzheimer. Cuanto más deficiente sea el control del nivel de azúcar en sangre, mayor será el riesgo. Aunque existen teorías de cómo pueden estar relacionados estos trastornos, ninguna de ellas se ha demostrado todavía.Depresión. Los síntomas de depresión son comunes en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2. La depresión puede afectar el manejo de la diabetes.

Complicaciones de la diabetes gestacional

La mayoría de las mujeres con diabetes gestacional dan a luz bebés sanos. No obstante, los niveles de azúcar en sangre no controlados o no tratados pueden provocarles problemas a ti y a tu bebé.

A causa de la diabetes gestacional, pueden aparecer complicaciones en tu bebé, como las siguientes:

Exceso de crecimiento. La glucosa en exceso puede atravesar la placenta, lo cual hace que el páncreas de tu bebé fabrique más insulina. Esto puede hacer que tu bebé crezca demasiado (macrosomía). Los bebés muy grandes son más propensos a requerir una cesárea.Bajo nivel de azúcar en sangre. Algunas veces, los bebés de madres con diabetes gestacional presentan un nivel bajo de azúcar en sangre inmediatamente después del nacimiento porque su propia producción de insulina es elevada. La alimentación inmediata y, algunas veces, una solución de glucosa intravenosa pueden hacer que el bebé recupere su nivel normal de azúcar en sangre.Diabetes tipo 2 más adelante. Los bebés de madres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de padecer obesidad y diabetes tipo 2 más adelante en su vida.Muerte. La diabetes gestacional sin tratar puede producir la muerte del bebé, ya sea antes o inmediatamente después del nacimiento.

A causa de la diabetes gestacional, también pueden aparecer complicaciones en la madre, como las siguientes:

Preeclampsia. Esta afección se caracteriza por la presión arterial alta, el exceso de proteínas en la orina, y la hinchazón en las piernas y los pies. La preeclampsia puede dar lugar a complicaciones graves e incluso mortales, tanto para la madre como para el bebé.Diabetes gestacional posterior. Una vez que has tenido diabetes gestacional en un embarazo, eres más propensa a tenerla nuevamente en el próximo embarazo. También eres más propensa a padecer diabetes, en general, diabetes tipo 2, a medida que envejeces.

Complicaciones de la prediabetes

La prediabetes puede transformarse en diabetes tipo 2.

Prevención

La diabetes tipo 1 no puede prevenirse. Sin embargo, las mismas opciones de estilo de vida saludable que ayudan a controlar la prediabetes, la diabetes tipo 2 y la diabetes gestacional también pueden ayudar a prevenirla:

Come alimentos saludables. Elige alimentos con menos contenido de grasa y calorías, y más contenido de fibra. Prefiere frutas, verduras y granos integrales. Introduce la variedad para evitar el aburrimiento.Realiza más actividad física. Trata de hacer 30 minutos por día de actividad física moderada. Haz una caminata rápida diaria. Anda en bicicleta. Practica natación. Si no puedes realizar una sesión de ejercicios larga, divídela en sesiones más pequeñas a lo largo del día.

Elimina las libras (o los kilos) que tienes de más. Si tienes sobrepeso, bajar incluso el 7 % de tu peso corporal, por ejemplo, 14 libras (6,4 kilogramos) si pesas 200 libras (90,7 kilogramos), puede reducir el riesgo de tener diabetes.

Sin embargo, no intentes bajar de peso durante el embarazo. Habla con el médico sobre la cantidad de peso saludable que debes subir durante el embarazo.

Para mantener tu peso dentro de un rango saludable, realiza cambios permanentes en tus hábitos alimenticios y de actividad física. Motívate recordando los beneficios de bajar de peso, como tener un corazón más sano, más energía y mayor autoestima.

Algunas veces, los medicamentos también son una opción. Los medicamentos para la diabetes de administración oral, como la metformina (Glucophage, Glumetza, otros), pueden reducir el riesgo de diabetes tipo 2, pero las opciones de un estilo de vida saludable siguen siendo fundamentales. Controla tu nivel de azúcar en sangre al menos una vez al año para verificar que no presentes diabetes tipo 2.

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/diabetes/symptoms-causes/syc-20371444?p=1


Diagnóstico

Para diagnosticar la diabetes de tipo 2, te pedirán lo siguiente:

Prueba de glucohemoglobina (A1C). Este análisis de sangre indica el nivel promedio de azúcar en sangre de los últimos 2 o 3 meses. Mide el porcentaje de azúcar en sangre unido a la hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos. Cuanto más alto sea el nivel de azúcar en sangre, mayor será la cantidad de hemoglobina con azúcar. Un nivel de A1C del 6,5 por ciento o más en dos análisis separados indica que tienes diabetes. Un resultado del 5,7 al 6,4 por ciento se considera prediabetes, lo que indica un riesgo elevado de tener diabetes. Los niveles normales son inferiores al 5,7 por ciento.

Si no puedes hacerte una prueba de A1C, o si tienes alguna afección—por ejemplo, si estás embarazada o si tienes una forma poco frecuente de hemoglobina (llamada «variante de hemoglobina»)— que puede hacer que la prueba de A1C no sea precisa, tu médico puede solicitar las siguientes pruebas para diagnosticar la diabetes:

Examen aleatorio de azúcar en la sangre. Se tomará una muestra de sangre en un horario al azar. El nivel de azúcar en sangre se expresa en miligramos por decilitro (mg/dL) o en milimoles por litro (mmol/L). Sin importar cuándo hayas comido por última vez, un nivel aleatorio de azúcar en sangre de 200 mg/dL (11,1 mmol/L) o más indica que hay probabilidad de diabetes, especialmente cuando está relacionado con cualquiera de los signos y síntomas de la diabetes, como micción frecuente y sed extrema.Examen de glucemia en ayunas. Se tomará una muestra de sangre tras una noche de ayuno. Un nivel de glucemia en ayunas menor que 100 mg/dL (5,6 mmol/L) es normal. Un nivel de glucemia en ayunas entre 100 y 125 mg/dL (5,6 a 6,9 mmol/L) se considera prediabetes. Si el resultado es de 126 mg/dL (7 mmol/L) o más en dos análisis distintos, tienes diabetes.

Examen de tolerancia oral a la glucosa. Para esta prueba, debes ayunar durante la noche, y se mide el nivel de glucemia en ayunas. Después, debes tomar un líquido azucarado, y se mide el nivel de azúcar en sangre periódicamente durante las siguientes dos horas.

Un nivel de azúcar en sangre inferior a 140 mg/dL (7,8 mmol/L) es normal. Un resultado de entre 140 y 199 mg/dL (7,8 y 11,0 mmol/L) indica prediabetes. Un resultado de 200 mg/dL (11,1 mmol/L) o superior después de dos horas puede indicar diabetes.

La Asociación Americana de la Diabetes recomienda comenzar con los análisis de rutina para la detección de diabetes de tipo 2 a los 45 años, en especial si padeces obesidad. Si los resultados son normales, deberás repetir los análisis cada tres años. Si los resultados están al límite, pregúntale al médico cuándo debes regresar para hacerte otro análisis.

Los análisis de detección también se recomiendan en personas menores de 45 años con obesidad si existe otra enfermedad cardíaca o factores de riesgo de diabetes, como un estilo de vida sedentario, antecedentes familiares de diabetes de tipo 2, antecedentes personales de diabetes gestacional o presión arterial superior a 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg).

Si te diagnostican diabetes, el médico puede indicarte otros análisis para distinguir entre la diabetes de tipo 1 y la de tipo 2, ya que estas afecciones suelen requerir tratamientos diferentes.

Después del diagnóstico

Es necesario controlar los niveles de A1C entre dos y cuatro veces por año. La meta de A1C objetivo puede variar según tu edad y otros factores. Sin embargo, para la mayoría de las personas, American Diabetes Association (Asociación Estadounidense de la Diabetes) recomienda un nivel de A1C de menos del 7 %. Pregunta a tu médico cuál es tu A1C objetivo.

En comparación con las pruebas diarias repetidas del nivel de azúcar en sangre, la prueba de A1C es un indicador más preciso del grado de eficacia que tiene tu plan de tratamiento de la diabetes. Un nivel de A1C elevado puede indicar la necesidad de cambiar la medicación, el plan de comidas o tu nivel de actividad.

Además de la prueba de A1C, el médico tomará periódicamente muestras de sangre y orina a fin de verificar los niveles de colesterol y las funciones tiroidea, hepática y renal. Por otra parte, el médico evaluará tu presión arterial. También son importantes los exámenes periódicos de los ojos y los pies.

Tratamiento

El control de la diabetes de tipo 2 incluye:

Alimentación saludableActividad física regularPosiblemente, medicamentos para la diabetes o tratamiento con insulina Control de la glucosa en sangre

Estos pasos ayudarán a mantener tu nivel de azúcar en sangre más cercano al normal, y esto puede retrasar o evitar complicaciones.

Alimentación saludable

En contra de la creencia popular, no existe una dieta específica para la diabetes. Sin embargo, es importante que la base de tu dieta esté centrada en los siguientes alimentos de alto contenido de fibra y bajo contenido de grasa:

FrutasVerdurasGranos integrales

Además, deberás comer menos productos de origen animal, hidratos de carbono refinados y dulces.

También puede ser útil consumir alimentos de bajo índice glucémico. El índice glucémico es una medida que indica con qué rapidez un alimento provoca aumento del nivel de azúcar en sangre. Los alimentos con alto índice glucémico elevan rápidamente el azúcar en sangre. Aquellos con bajo índice glucémico pueden ayudarte a mantener un nivel de azúcar en sangre más estable. Los alimentos que tienen bajo índice glucémico son, típicamente, los que tienen un alto contenido de fibra.

Un especialista en nutrición certificado puede ayudarte a elaborar un plan de comidas que se adapte a tus metas de salud, tus preferencias alimenticias y tu estilo de vida. Este especialista también puede enseñarte a supervisar el consumo de hidratos de carbono, y a conocer qué cantidad de estos hidratos debes ingerir con las comidas y refrigerios a fin de mantener estables los niveles de azúcar en sangre.

Actividad física

Todos necesitan hacer ejercicio aeróbico con regularidad, y los diabéticos con diabetes de tipo 2 no son la excepción. Obtén la aprobación de tu médico antes de comenzar un programa de ejercicios. Luego elige actividades que disfrutes, como caminar, nadar y andar en bicicleta. Lo más importante es que incorpores la actividad física en tu rutina diaria.

Plantéate el objetivo de realizar al menos 30 minutos de actividad aeróbica cinco días por semana. Los ejercicios de estiramiento y de fortalecimiento también son importantes. Si no has estado en actividad durante un tiempo, comienza despacio y aumenta gradualmente.

Una combinación de ejercicios (ejercicios aeróbicos, como caminar o bailar, la mayoría de los días, combinados con entrenamiento de resistencia, como levantamiento de pesas o yoga, dos veces por semana) suele ayudar a controlar el nivel de azúcar en sangre de manera más efectiva que cualquier otro tipo de ejercicio solo.

Recuerda que la actividad física reduce el nivel de azúcar en sangre. Controla tu nivel de azúcar en sangre antes de cualquier actividad. Es posible que necesites comer un refrigerio antes de ejercitar, para prevenir un nivel bajo de azúcar en sangre, si tomas medicamentos a fin de reducir este nivel.

Control del nivel de azúcar en sangre

Según tu plan de tratamiento, quizá debas controlar y anotar tu nivel de azúcar cada tanto, o bien, si estás usando insulina, varias veces al día. Pregunta a tu médico con qué frecuencia desea que controles tu azúcar en sangre. Un control catento es la única manera de asegurarte de que tu nivel de azúcar en sangre se mantenga dentro de tu rango objetivo.

En ocasiones, los niveles de azúcar en sangre pueden ser imprevisibles. Con la ayuda de tu equipo de tratamiento de la diabetes, aprenderás cómo cambia tu nivel de azúcar en sangre en respuesta a los alimentos, el ejercicio, el alcohol, las enfermedades y los medicamentos.

Medicamentos para la diabetes y tratamiento con insulina

Algunas personas que tienen diabetes tipo 2 pueden alcanzar sus niveles de azúcar en sangre objetivo solo con la alimentación y actividad física, pero muchas también necesitan medicamentos para la diabetes o terapia con insulina. La decisión acerca de qué medicamentos son mejores depende de muchos factores, incluido tu nivel de azúcar en sangre y cualquier otro problema de salud que tengas. El médico incluso podría combinar distintos tipos de medicamentos para ayudarte a controlar tu azúcar en sangre de varias maneras diferentes.

Los siguientes son ejemplos de posibles tratamientos para la diabetes tipo 2:

Metformina (Glucophage, Glumetza, otros). Por lo general, la metformina es el primer medicamento que se receta para la diabetes tipo 2. Mejora la sensibilidad de los tejidos del cuerpo a la insulina, de esta manera, el cuerpo utiliza la insulina con mayor eficacia.

La metformina también disminuye la producción de glucosa en el hígado. Es posible que la metformina por sí sola no disminuya de forma suficiente el azúcar en la sangre. El médico también recomendará cambios en el estilo de vida, como perder peso y ser más activo.

Las náuseas y la diarrea son posibles efectos secundarios de la metformina. Estos efectos secundarios generalmente desaparecen a medida que el cuerpo se acostumbra al medicamento. Si la metformina y los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar el nivel de azúcar en sangre, se pueden agregar otros medicamentos orales o inyectables.

Sulfonilureas. Estos medicamentos ayudan al cuerpo a secretar más insulina. Algunos ejemplos de este tipo de medicamentos son gliburida (DiaBeta, Glynase), glipizida (Glucotrol) y glimepirida (Amaryl). Los posibles efectos secundarios incluyen nivel bajo de azúcar en la sangre y aumento de peso.

Meglitinidas. Estos medicamentos funcionan de la misma manera que las sulfonilureas al estimular al páncreas para que secrete más insulina, pero tienen acción más rápida, y la duración de su efecto en el cuerpo es más breve. También conllevan un riesgo de provocar un nivel bajo de azúcar en la sangre, pero este riesgo es menor que con las sulfonilureas.

El aumento de peso también es una posibilidad con este tipo de medicamentos. Algunos ejemplos son repaglinida (Prandin) y nateglinida (Starlix).

Tiazolidinedionas. Al igual que la metformina, estos medicamentos hacen que los tejidos del cuerpo sean más sensibles a la insulina. Este tipo de medicamento se ha relacionado con el aumento de peso y otros efectos secundarios más graves, como un mayor riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca y fracturas. Debido a estos riesgos, estos medicamentos generalmente no son el tratamiento de primera elección.

Rosiglitazona (Avandia) y pioglitazona (Actos) son ejemplos de tiazolidinedionas.

Inhibidores de la DPP-4. Estos medicamentos ayudan a disminuir los niveles de azúcar en sangre, pero suelen tener un efecto moderado. No provocan aumento de peso. Algunos ejemplos de estos medicamentos son sitagliptina (Januvia), saxagliptina (Onglyza) y linagliptina (Tradjenta).

Agonistas del receptor de GLP-1. Estos medicamentos desaceleran la digestión y ayudan a bajar los niveles de azúcar en sangre, aunque no tanto como las sulfonilureas. Su uso con frecuencia se relaciona con la pérdida de algo de peso. No se recomienda el uso por sí solo de este tipo de medicamentos.

Exenatida (Byetta) y liraglutida (Victoza) son ejemplos de agonistas del receptor de GLP-1. Los posibles efectos secundarios incluyen náuseas y un mayor riesgo de pancreatitis.

Inhibidores del SGLT2. Son los medicamentos para la diabetes más nuevos en el mercado. Evitan que los riñones reabsorban azúcar en la sangre. En lugar de eso, el azúcar se excreta en la orina.

Algunos ejemplos son canagliflozina (Invokana) y dapagliflozina (Farxiga). Los efectos secundarios pueden incluir infecciones por hongos, infecciones urinarias e infecciones genitales graves poco frecuentes, mayor necesidad de orinar e hipotensión.

Terapia con insulina. Algunas personas que tienen diabetes tipo 2 también necesitan terapia con insulina. Anteriormente, la terapia con insulina se usaba como último recurso, pero en la actualidad con frecuencia se receta antes debido a sus beneficios.

Como la digestión normal interfiere en la insulina que se administra por boca, es necesario inyectarla. Según tus necesidades, el médico puede recetar una combinación de tipos de insulina para que uses a lo largo del día y la noche. Con frecuencia, las personas con diabetes tipo 2 comienzan a usar insulina con una inyección de larga duración durante la noche.

Las inyecciones de insulina implican usar una aguja fina y una jeringa o un inyector de insulina, un dispositivo que se parece a una pluma de tinta, con la excepción de que el cartucho está lleno de insulina.

Existen varios tipos de insulina, y cada uno funciona de manera diferente. Las opciones son:

Insulina glulisina (Apidra)Insulina lispro (Humalog)Insulina aspart (Novolog)Insulina glargina (Lantus) Insulina detemir (Levemir)Insulina isófana (Humulin N, Novolin N)

Habla con tu médico acerca de las ventajas y desventajas de los diferentes medicamentos. Juntos pueden decidir qué medicamento es mejor para tu caso después de considerar varios factores, incluidos los costos y otros aspectos de tu salud.

Además de los medicamentos para la diabetes, el médico podría recetar terapia con aspirina en dosis baja, así como medicamentos para bajar el colesterol y la presión arterial, para ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares.

Cirugía bariátrica

Si tienes diabetes de tipo 2 y tu índice de masa corporal (IMC) es mayor que 35, puede que seas candidato a una cirugía para perder peso (cirugía bariátrica). Los niveles de azúcar en sangre vuelven a su valor normal en el 55 % al 95 % de las personas con diabetes, según el procedimiento que se realice. Las cirugías que derivan una porción del intestino delgado tienen efectos más contundentes en los niveles de azúcar en sangre que los de las demás cirugías para perder peso.

Algunas de las desventajas de la cirugía son su alto costo y los riesgos que implica, incluido el riesgo de muerte. Además, demandan cambios drásticos en el estilo de vida, y las complicaciones pueden incluir deficiencia nutricional y osteoporosis.

Embarazo

Las mujeres con diabetes de tipo 2 quizá necesiten alterar su tratamiento durante el embarazo. Muchas mujeres requieren tratamiento con insulina durante el embarazo. Los medicamentos para bajar el colesterol y algunos fármacos para la presión sanguínea no pueden utilizarse durante el embarazo.

Si tienes signos de retinopatía diabética, esta puede empeorar durante el embarazo. Visita a tu oftalmólogo durante el primer trimestre del embarazo y un año después del parto.

Signos que indican problemas

Debido a que existen tantos factores que pueden afectar tu nivel de azúcar en sangre, algunas veces surgen problemas que requieren atención inmediata, como los siguientes:

Nivel alto de azúcar en sangre (hiperglucemia). Tu nivel de azúcar en sangre puede subir por muchas razones, como comer demasiado, estar enfermo o no tomar suficientes medicamentos para bajar la glucosa. Controla tu nivel de azúcar en sangre con frecuencia y presta atención a signos y síntomas de un alto nivel de azúcar en sangre (ganas frecuentes de orinar, aumento de la sed, boca seca, visión borrosa, cansancio y náuseas). Si tienes hiperglucemia, tendrás que realizar ajustes en tu plan de comidas, en tus medicamentos o en ambos.

Síndrome hiperosmolar hiperglicémico no cetósico. Los signos y síntomas de este trastorno potencialmente mortal incluyen: valores de azúcar en sangre de más de 600 mg/dl (33,3 mmol/l), boca seca, sed extrema, fiebre de más de 101 ºF (38 ºC), somnolencia, desorientación, pérdida de la visión, alucinaciones y orina de color oscuro. Es posible que el monitor de azúcar en sangre no pueda darte una lectura exacta en niveles tan altos; en lugar de esto, quizás solo indique "alto".

Este síndrome es provocado por un nivel de azúcar en sangre sumamente elevado, que hace que la sangre se vuelva espesa y melosa. Tiende a ser más frecuente en personas de mayor edad con diabetes de tipo 2 y suele estar precedido por una enfermedad o infección. Por lo general, el síndrome hiperosmolar se desarrolla a lo largo de días o de semanas. Si tienes signos o síntomas de esta afección, llama a tu médico o busca atención médica inmediata.

Aumento de cetonas en tu orina (cetoacidosis diabética). Si tus células necesitan energía, es posible que tu organismo empiece a descomponer la grasa. Esto produce ácidos tóxicos llamados cetonas.

Presta atención para detectar sed o la boca muy seca, ganas frecuentes de orinar, vómitos, dificultad para respirar, cansancio y aliento con olor a frutas. Puedes controlar el exceso de cetonas en la orina con un equipo de prueba de cetonas de venta libre. Si tienes un exceso de cetonas en orina, consulta a tu médico de inmediato o busca atención de emergencia. Este trastorno es más común en personas con diabetes de tipo 1, pero en ocasiones se manifiesta en personas con diabetes de tipo 2.

Bajo nivel de azúcar en sangre (hipoglucemia). Cuando tu nivel de azúcar en sangre cae por debajo de tu rango objetivo, se conoce como nivel bajo de azúcar en sangre (hipoglucemia). Tu nivel de azúcar en sangre puede bajar por muchos motivos, como saltearte una comida, tomar accidentalmente más cantidad de medicación que lo usual o realizar más actividad física que lo normal. Es más probable que se produzca un nivel bajo de azúcar en sangre si tomas medicamentos para bajar la glucosa que promueven la secreción de insulina, o si usas insulina.

Controla periódicamente tu nivel de azúcar en sangre y presta atención a signos y síntomas de bajo nivel de azúcar en sangre: sudoración, temblores, debilidad, hambre, mareos, dolor de cabeza, visión borrosa, palpitaciones cardíacas, problemas de dicción, somnolencia, desorientación y convulsiones.

Si desarrollas hipoglucemia durante la noche, es posible que al despertar tu pijama esté empapado en sudor o tengas dolor de cabeza. Debido a un efecto rebote natural, la hipoglucemia nocturna podría hacer que la primera lectura de la mañana muestre un valor inusualmente alto de azúcar en sangre.

Si tienes signos o síntomas de un nivel bajo de azúcar en sangre, debes beber o comer algo que lo eleve rápidamente; como, por ejemplo, jugo de frutas, tabletas de glucosa, caramelos duros, gaseosa común (no dietética) u otra fuente de azúcar. Repite la prueba a los 15 minutos para asegurarte de que los niveles de glucemia se hayan normalizado.

Si no es así, intenta de nuevo y repite la prueba después de otros 15 minutos. Si pierdes el conocimiento, tal vez un familiar o contacto cercano deba colocarte una inyección de emergencia de glucagón, una hormona que estimula la liberación de azúcar en la sangre.

Estilo de vida y remedios caseros

El control atento de la diabetes de tipo 2 puede reducir tu riesgo de complicaciones graves (incluso mortales). Considera los siguientes consejos:

Asume el compromiso de controlar tu diabetes. Obtén toda la información que puedas acerca de la diabetes de tipo 2. Elige comidas sanas e incorpora la actividad física en tu rutina diaria. Entabla una relación con un instructor para la diabetes, y pídele ayuda a tu equipo de tratamiento de la diabetes cuando la necesites.Programa un examen físico anual y exámenes de la vista periódicos. Los controles periódicos de la diabetes no deben reemplazar los exámenes físicos anuales ni los exámenes de la vista de rutina. Durante el examen físico, tu médico intentará detectar cualquier complicación relacionada con la diabetes, además de otros problemas médicos. Tu especialista en el cuidado de los ojos controlará signos de daño en la retina, cataratas y glaucoma.Identifícate. Usa un collar o un brazalete que indiquen que tienes diabetes.Mantén tus vacunas al día. Un nivel alto de azúcar en sangre puede debilitar tu sistema inmunitario. Vacúnate contra la gripe todos los años. Tu médico probablemente te recomiende también la vacuna contra la neumonía. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) también recomiendan colocarse la vacuna contra la hepatitis B si no te has vacunado anteriormente, y eres un adulto de entre 19 y 59 años con diabetes de tipo 1 o de tipo 2. Los CDC recomiendan la vacunación lo antes posible después de recibir un diagnóstico de diabetes de tipo 1 o de tipo 2. Si tienes 60 años o más, tienes diabetes y no te han administrado la vacuna anteriormente, pregunta a tu médico si es adecuada para ti.Cuida tus dientes. La diabetes puede hacer que estés más propenso a sufrir infecciones más graves en las encías. Cepíllate los dientes al menos dos veces por día, usa hilo dental una vez por día y programa exámenes dentales periódicos. Consulta a tu dentista de inmediato si tus encías sangran, o se ven rojas o inflamadas.Presta atención a tus pies. Lávate los pies con agua tibia todos los días. Sécatelos suavemente, en especial entre los dedos, y aplica una loción humectante. Controla tus pies a diario para ver que no tengas ampollas, cortes, llagas, enrojecimiento o hinchazón. Consulta a tu médico si tienes alguna llaga en los pies u otro problema que no cicatriza.Mantén controlados la presión arterial y el colesterol. Llevar una alimentación saludable y hacer ejercicios con regularidad son muy importantes en el control de la presión arterial alta y del colesterol. Puede que también necesites medicamentos.Si fumas o usas otros tipos de tabaco, pídele a tu médico que te ayude a dejar este hábito. Fumar aumenta el riesgo de presentar diversas complicaciones de la diabetes. Habla con tu médico acerca de formas de dejar de fumar o de usar otros tipos de tabaco.

Si bebes alcohol, hazlo de manera responsable. El alcohol, al igual que las mezclas para preparar bebidas, puede producir un nivel de azúcar en sangre alto o bajo, según cuánto bebas y si lo haces mientras comes. Si bebes alcohol, hazlo con moderación y siempre junto con las comidas.

La recomendación es no consumir más de una bebida una vez por día en el caso de las mujeres; no más de dos veces por día en el caso de los hombres de 65 años o menos y una sola bebida por día para hombres mayores de 65 años. Si usas insulina u otros medicamentos que reducen el nivel de azúcar en sangre, controla este nivel antes de irte a dormir para asegurarte de que tengas un nivel seguro.

Medicina alternativa

Existen numerosas medicinas alternativas que han demostrado mejorar la sensibilidad a la insulina en algunos estudios, mientras que otros estudios no pueden encontrar ningún beneficio para el control del nivel de azúcar en sangre o de la reducción de los niveles de A1C. Debido a los hallazgos conflictivos, no existen tratamientos alternativos que se recomienden para ayudar con el control del nivel de azúcar en sangre.

Si decides probar un tratamiento alternativo, no dejes de tomar los medicamentos que te recetó el médico. Analiza con tu médico el uso de cualquiera de estos tratamientos para estar seguro de que no provocarán reacciones adversas o que no interactuarán con tus medicamentos.

Ningún tratamiento (alternativo o convencional) puede curar la diabetes. Por lo tanto, es esencial que las personas que reciben tratamiento con insulina para la diabetes no dejen de usar insulina, a menos que sus médicos se lo indiquen.

Afrontamiento y apoyo

La diabetes de tipo 2 es una enfermedad grave; seguir el plan de tratamiento conlleva un compromiso permanente. Pero tus esfuerzos valen la pena, porque si sigues el plan de tratamiento tal vez se reduzca el riesgo de complicaciones.

Hablar con un asesor o un terapeuta puede ayudarte a lidiar con los cambios de vida que implica un diagnóstico de diabetes de tipo 2. Puede que encuentres aliento y comprensión en un grupo de apoyo para personas con diabetes de tipo 2. Si bien los grupos de apoyo no son para todo el mundo, pueden representar buenas fuentes de información. Los miembros del grupo suelen estar al tanto de los últimos tratamientos y tienden a compartir su propia experiencia o datos útiles; como, por ejemplo, dónde encontrar información sobre la cantidad de hidratos de carbono de las comidas que pides en tu restaurante favorito. Si te interesa, el médico tal vez pueda recomendarte un grupo en tu área.

O bien, puedes visitar la página de American Diabetes Association para ver si hay actividades y grupos de apoyo locales para personas con diabetes de tipo 2. Además, American Diabetes Association ofrece información y foros en línea donde puedes conversar con otras personas que tienen diabetes. El número de teléfono es 800-DIABETES (800-342-2383).

Cómo prepararte para la consulta

Tu profesional de salud probablemente será quien diagnostique la diabetes de tipo 2. Este profesional puede continuar tratando tu diabetes o tal vez te derive a un médico especialista en trastornos hormonales (endocrinólogo). Tu equipo de atención médica también puede incluir a los siguientes profesionales:

Especialista en nutriciónEducador para la diabetes certificadoMédico de los pies (podiatra)Médico que se especializa en el cuidado de los ojos (oftalmólogo)

Si tus niveles de azúcar en sangre son muy altos, el médico puede hospitalizarte para que recibas tratamiento.

Siempre que puedas, es recomendable que te prepares para las consultas con el equipo de atención médica. A continuación incluimos información que te ayudará a prepararte y a saber qué puedes esperar de tu médico.

Lo que puedes hacer

Ten en cuenta cualquier restricción previa a la consulta. Es posible que debas abstenerte de comer o beber, salvo agua, durante ocho horas para realizar una prueba de glucosa en ayunas o durante cuatro horas para una prueba antes de la comida. Cuando programes una consulta, pregunta si debes ayunar.Escribe todos los síntomas que tengas, incluidos aquellos que parezcan no tener relación con la diabetes.Trae un cuaderno y un bolígrafo o un lápiz (o tu computadora portátil o tableta) para registrar información importante.Anota las preguntas para hacerle al médico.

Preparar una lista de preguntas puede ayudarte a aprovechar al máximo tu tiempo con el médico. Para la diabetes tipo 2, las siguientes son algunas preguntas básicas que puedes hacerle al médico:

Control de la glucosa

¿Con qué frecuencia tengo que controlar mi nivel de azúcar en sangre?¿Cuál es mi rango objetivo?¿Cómo puedo usar la información del control de la glucosa para controlar mejor mi diabetes?

Cambios en el estilo de vida

¿Qué cambios debo hacer en mi alimentación?¿Cómo puedo aprender a contar los carbohidratos en los alimentos?¿Debo consultar a un especialista en nutrición para que me ayude a planificar las comidas?¿Cuánto ejercicio debo hacer todos los días?

Medicamentos

¿Tendré que tomar medicamentos? En ese caso, ¿de qué tipo y qué cantidad?¿Debo tomar el medicamento en un momento en particular del día?¿Necesito utilizar insulina?Tengo otros problemas médicos. ¿Cuál es la mejor manera de controlar estas enfermedades juntas?

Complicaciones

¿Cuáles son los signos y síntomas del nivel bajo de azúcar en la sangre?¿Cómo debo tratar el nivel bajo de azúcar en la sangre?¿Cuáles son los signos y síntomas de un nivel alto de azúcar en la sangre?¿Cuándo debo realizar una prueba de cetonas y cómo lo hago?

Control médico

¿Con qué frecuencia debo hacerme controles para evitar complicaciones con la diabetes? ¿A qué especialistas debo ver?¿Hay recursos disponibles si tengo problemas para pagar los insumos para diabéticos?¿Tiene folletos u otro material impreso que pueda llevarme? ¿Qué sitios web me recomienda?

Qué puedes esperar de tu médico

Es probable que tu médico te haga varias preguntas, como, por ejemplo:

¿Comprendes tu plan de tratamiento y confías en que puedes seguirlo?¿Cómo estás afrontando la diabetes?¿Has experimentado alguna vez un bajo nivel de azúcar en sangre?¿Cómo es un día típico en tu alimentación?¿Haces ejercicio? Si es así, ¿qué tipo de ejercicios? ¿Con qué frecuencia?¿Qué dificultades te plantea el control de la diabetes?

Qué puedes hacer mientras tanto

Si tu nivel de azúcar en sangre permanece fuera del rango objetivo, o si no sabes con certeza qué hacer en una situación determinada, comunícate con tu médico o tu educador de diabetes.

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/type-2-diabetes/diagnosis-treatment/drc-20351199

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